Estadísticas económicas de España
Contenidos
Salario medio bruto2.648€ / 2.800$ mensuales (2021)Salario medio neto2.039€ / 2.156$ mensuales (2021)Principales industrias[15][16]Rango de facilidad para hacer negocios 30º (muy fácil, 2020)[17]ExteriorExportaciones533.800 millones de dólares (est. 2019)[6]Bienes de exportaciónMaquinaria, vehículos de motor; productos alimenticios, farmacéuticos, medicamentos, otros bienes de consumoPrincipales socios de exportación
Importaciones 463.100 millones de dólares (est. 2019)[6]Bienes de importaciónCombustibles, productos químicos, productos semielaborados, productos alimenticios, bienes de consumo, maquinaria y equipos, instrumentos de medición y control médicoPrincipales socios de importación
La economía de España es una economía social de mercado muy desarrollada[24], es la decimosexta del mundo por PIB nominal y la sexta de Europa. España es miembro de la Unión Europea y de la zona euro, así como de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y de la Organización Mundial del Comercio. En 2021, España fue el vigésimo exportador mundial y el decimosexto importador. España figura en el puesto 27 del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas y en el 37 del PIB per cápita del Banco Mundial. Según The Economist en 2005, España tenía la 10ª calidad de vida del mundo[25] Algunas de las principales áreas de actividad económica son la industria del automóvil, la tecnología médica, los productos químicos, la construcción naval, el turismo y la industria textil.
Problemas económicos actuales en España
En cuanto a los impactos de la pandemia en el mercado de trabajo, los datos de la Encuesta de Población Activa que se muestran en el cuadro 1 indican que las tasas de empleo y las tasas de paro casi han recuperado el nivel anterior a la pandemia en el tercer trimestre de 2021. De hecho, la información disponible de los registros mensuales de la Seguridad Social que permite analizar la evolución del empleo registrado hasta octubre de 2021 muestra un panorama similar.
El gráfico 7 muestra la evolución del paro registrado a partir de los datos administrativos de los registros de los Servicios Públicos de Empleo. El paro registrado aumentó un 21,1% en abril de 2020 un 25,3% en mayo y un 28,1% en junio respecto al mismo mes del año anterior (datos del último día del mes), alcanzando más de 3,8 millones con un incremento de 847 mil individuos respecto a junio de 2019. El aumento afectó a todos los sectores con una intensidad similar, pero durante 2021, en paralelo a la mejora de la actividad económica, la tendencia se ha invertido claramente y, como podemos ver en el gráfico 8, el nivel de paro a finales de octubre ha alcanzado el nivel pre-pandémico. Sin embargo, es importante destacar que el desempleo no ha aumentado en mayor medida debido a la flexibilidad introducida en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs). El gráfico 9 muestra la evolución del número de trabajadores acogidos a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs). Como podemos ver en la figura, en mayo de 2020 el número de trabajadores cubiertos por estos regímenes llegó a más de 3,6 millones (4,5 millones si se incluyen los asalariados y los autónomos). A 30 de octubre de 2021 sólo había 191 mil trabajadores acogidos a los regímenes de trabajo de corta duración, aunque la mayoría de ellos desarrollan actividades que todavía están sometidas a restricciones totales/parciales que probablemente se mantendrán durante algún tiempo.
Previsión de desempleo en España
La industria del carbón en España está en declive desde finales de los años 90, impulsada por factores económicos externos, la política interna y los mandatos de la Unión Europea. El empleo en las minas de carbón se ha reducido de 45.000 en 1990 a unos 1.700 en la actualidad. Sin embargo, con la minería muy concentrada en unas pocas ciudades y regiones, la transición ha provocado dificultades económicas. La Estrategia de Transición Justa 2019 de España, que forma parte de un esfuerzo más amplio de descarbonización, esboza un proceso estructurado y participativo para proteger a los mineros del carbón (y a los trabajadores de las centrales eléctricas) y planificar el futuro económico de las regiones carboneras. Dado que la mayoría de los puestos de trabajo en el sector del carbón ya han desaparecido, la iniciativa aborda sobre todo las consecuencias de los cierres de minas anteriores, y no está claro cómo se financiarán algunos proyectos.
La producción y el empleo en la industria del carbón en España han disminuido en los últimos 30 años, impulsados por múltiples factores, como el compromiso de la UE de lograr la neutralidad climática para 2050, el apoyo público a la acción climática, el exceso de capacidad de la red eléctrica y la mejora económica de las energías renovables. Muchas de las minas de carbón españolas han sido durante mucho tiempo poco competitivas y han dependido de las subvenciones financiadas por los contribuyentes, que costaron 22.000 millones de euros (29.200 millones de dólares) entre 1992 y 2014.
Previsión de inflación del Banco de España
Durante mi reciente estancia en España observé que el país está siendo asfixiado por las regulaciones. En mi primer día, me di cuenta de que España no sufre una escasez de mano de obra como en Estados Unidos, sino algo mucho peor: un mercado laboral esclerótico marcado por regulaciones debilitantes.
Estas regulaciones eran más severas en el mercado laboral, pero se aplican también a otros mercados, como en el caso de las restricciones a la vivienda o incluso a la venta de medicamentos. Desgraciadamente, un mercado laboral excesivamente regulado no es nada nuevo en Europa, y los llamamientos a una regulación aún mayor han aumentado desde que comenzó la pandemia de coronavirus hace casi dos años.
Para poner las cosas en perspectiva, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) genera un índice que ilustra el grado de restricción del mercado laboral de cada país. El patrón general muestra que los miembros de la OCDE de habla no inglesa están mucho más regulados que sus homólogos de habla inglesa, como Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá. Países como España, Francia e Italia tienen una mayor legislación de protección del empleo (LPE) que limita a los empresarios a la hora de contratar y despedir trabajadores.